El Más Allá

    El viaje de todos

    El Más Allá

    Ahora es tiempo de discutir el tópico importante de lo que encontraremos más allá del final del Camino. Nuestra comprensión, tanto de la ciencia como de la religión, dicta que algún día la raza humana se extinguirá. Lo que pasa después de eso es lo que se disputa. La presciencia de quienes han seguido el sendero Divino indica que un día determinado –escondido y elegido sólo por Dios-  todo ser humano volverá a la vida y tendrá que rendir cuentas sobre lo que hizo durante su vida. Ese día, cada individuo recibirá una recompensa o un castigo dependiendo de sus acciones buenas o malas. Aquellos que no creen en este Día de Rendición de Cuentas siempre dirán:

    Y dijeron: ¿Acaso cuando muramos, y ya seamos tierra y huesos, seremos resucitados? ¿Acaso nuestros antepasados también [serán resucitados]? Diles [¡Oh, Muhammad!]: Ciertamente los primeros y los últimos serán congregados en un día emplazado [el Día del Juicio]. 13

    El concepto de la Vida Después de la Muerte está muy alejado de nuestras experiencias humanas. No es fácil concebir que una persona que desaparece físicamente siga existiendo espiritualmente mucho tiempo después de haber muerto. La ciencia, aunque no está capacitada para afirmar que no existe la vida después de la muerte, tampoco puede dar prueba de ella.

    Aunque nuestra comprensión de la Vida Después de la Muerte es parte de nuestra creencia en aquello que no podemos ver, y por lo tanto más allá de los alcances de la experiencia humana, su existencia mantiene una lógica muy firme. Adoptar la teoría científica de las “constantes” en el universo necesita, desde lo macro hasta lo micro, que toda causa o acción tenga un efecto. Nada ocurre sin que haya una reacción directa o indirecta como consecuencia, lo cual nos lleva al concepto del balance universal, el cual -desde un punto de vista espiritual- parte de la creencia en una justicia Divina administrada por un Dios Justo.

    Por las leyes de este principio universalmente manifiesto, Dios probablemente no dejara a quien ha obrado bien sin una recompensa, y tampoco esperamos que deje a un opresor sin castigo o rendición de cuentas.

    Millones y millones de personas que hacen el bien, oprimidas y perseguidas, han vivido y han muerto sin ser recompensadas. Millones y millones de quienes hacen el mal, asesinos, perseguidores, y tiranos han vivido y han muerto sin ser penalizados en vida. El Dios Justo, Todopoderoso, no debería dejar a éstos escapar sin enfrentarse a las consecuencias de sus actos; del mismo modo, no debería dejar a quienes hicieron el bien sin recompensa. Debe existir otra dimensión donde habrá tiempo de sobra para impartir Justicia Divina.

    Entonces, los hombres acudirán en grupos [al lugar del juicio] para comparecer ante su Señor y conocer el resultado de sus obras. Quien haya realizado una obra de bien, por pequeña que fuere, verá su recompensa. Y quien haya realizado una mala obra, por pequeña que fuere, verá su castigo. 14

    El factor común entre todas las grandes religiones monoteístas con respecto al Más Allá es una de las cosas más fuertes que nos une; sin importar de qué parte del espectro religioso provengas.

    Por cierto que quienes creyeron [en los Mensajes que trajeron los Profetas anteriores a Moisés], los judíos, los cristianos y los sabeos que hayan tenido fe en Allah y en el Día del Juicio, y hayan obrado correctamente tendrán su recompensa junto a su Señor, y no temerán ni se entristecerán. 15

    El destino final de cada alma después del Día del Juicio sólo es conocido por Dios. Pero se nos alienta, sin importar cuántas veces hayamos errado en el camino, a buscar su Perdón y su Misericordia infinita.

    Nadie tendrá el derecho de intervenir en nombre propio sin el permiso de Dios. Pero nosotros sabemos que el Todopoderoso escuchará favorablemente a los mensajeros escogidos que hablen en nombre de sus seguidores, y es por esto que no deberíamos rechazar a ninguno de los Profetas Elegidos o hacer distinciones entre ellos. Llegaron para predicar el mismo mensaje de Unidad y hermandad que culminó con el envío del Último Profeta Mahoma, a través de quien se reafirmaron las claras enseñanzas de fe y buenos actos impartidas por los profetas que lo antecedieron.

    Oh, gente del Libro [la Torah, el Evangelio y todas las Escrituras reveladas por la Divinidad], ha llegado a ustedes el Mensajero revelándoles aquello que se escondía en las Escrituras y perdonando mucho. Ahora ha llegado a ustedes la luz de Dios y un Libro claro, con el cual Dios guía a quienes buscan su camino hacia la paz y la seguridad. De esta manera sacándolos de la oscuridad, gracias a Su Voluntad, y guiándolos hacia la luz que los lleva por el sendero recto. 16

    La recompensa definitva es dada por Dios mismo a Sus sirvientes: el Jardín de la felicidad eterna -donde un alma podrá disfrutar de todo aquello que desee, sin ningún tipo de reparo sobre su placer; donde los efectos secundarios de comer o beber, de la compañía y el amor, sólo serán positivos y no tendrán consecuencias negativas. Es un lugar donde todo es como lo deseas, y nadie existe allí para amenazar o arriesgar tu felicidad. Comparándolo con este mundo, el Último Profeta nos dio las siguiente parábola: “¡Por Dios! Qué es acaso este mundo a comparación del próximo mundo sino la parábola de alguien que coloca su dedo en el mar; veamos entonces con qué vuelve su dedo.” 17 Por el contrario, el castigo del Más Allá es algo que uno jamás querría contemplar. La decepción constante de no poder complacer a Dios con tus actos o tu arrepentimiento tan sólo lo enojará, y te condenará a la angustia infinita y sin reparos del infierno.

    La razón principal por la cual muchas almas no pueden evitar tal fin es la incapacidad de entender el mensaje de la vida, claramente esbozado por todos los profetas y mensajeros del camino de Dios: “este mundo está en retroceso, mientras que el siguiente avanza, y para cada uno de ellos hay críos. Así que sean críos del próximo mundo, no de este, puesto que hoy hay actos, pero no rendición de cuentas, y mañana habrá rendición de cuentas y no actos.” 18

     

    Yusuf Islam
    Ramadan 1427 AH / Septiembre 2006 DC

     

    REFERENCIAS:
    13 El Corán, Al-Waqiah (Aquello que se viene) 56:47-50
    14 El Corán, Al-Zalzalah (El Gran Terremoto) 99:6-8
    15 El Corán, Al-Baqarah (La Vaca) 2:62
    16 El Corán, Al-Maidah (La Mesa Servida) 5:15-16
    17 The Prophet Muhammad (la paz sea con él), Sahih Muslim
    18 Ali ibn Abi Talib