Dios se ha revelado a través de varios libros en distintos momentos de la historia para guiar al ser humano como, por ejemplo, con la Torá, el Evangelio y los Salmos entregados a Moisés, Jesús y David. El Corán es el último de estos libros sagrados y la Palabra de Dios, originalmente transmitida a Mahoma en árabe por el Ángel Gabriel, aunque la intención siempre fue ser difundido a toda la humanidad, no solo a un grupo selecto. Su parte más importante es la enseñanza del monoteísmo –la adoración de un único Dios– aunque el Corán también incluye guías para cada parte de la vida de un creyente. 

Solo hay una versión de Corán, inmutada desde que Mahoma la recibió. Algunos de sus seguidores habían aprendido de memoria –palabra por palabra- cada una de las revelaciones de Dios. Hoy en día esto sigue siendo una práctica bastante común entre musulmanes. Los académicos musulmanes consideran que las versiones del Corán escritas en otros idiomas son interpretaciones parafraseadas, y no traducciones genuinas. En la literatura árabe no existe una sola obra con la elocuencia, la claridad, y la erudición del texto del Corán.