El mensajero del islam: Mahoma
Mahoma (la paz sea con él) fue el profeta y mensajero a través del cual Dios envió las últimas revelaciones divinas a la humanidad. Las profecías bíblicas sobre la llegada del profeta Mahoma son numerosas. (ref. Deuteronomio 18:18-19, Juan 1:19-21 and 16:7-14)
Mahoma nació en el año 570 A.C. en La Meca. En la mitad de esta ciudad se encuentra una antigua estructura de piedra erguida como templo de culto y su nombre es La Kaaba; se cree que existe desde los tiempos de Adán y que luego fue reconstruida por Abraham y su hijo Ismael.
Mahoma, un descendiente de Abraham, quedó huérfano a los seis años y creció en el cuidado de algunos parientes. Cuando tenía 40 años, durante su retiro en la Montaña Hira (montaña de luz) justo a las afueras de La Meca, Dios le reveló los primeros cinco versos del Corán a través de la visita del arcángel Gabriel. El llamado era para enseñarle a la gente a adorar al Dios único y a revivir la religión monoteísta de su antecesor, Abraham.
Durante trece años Mahoma, el mensajero de Dios, recibió una dura oposición y subsiguiente persecución por parte de los habitantes de La Meca, quienes creían en varias deidades paganas y en el culto a los ídolos.
La migración del profeta Mahoma
En el otoño del año 622, él y sus seguidores emigraron desde La Meca en dirección norte, hacia la ciudad de Yathrib (luego renombrada como al-Madinah.) Esta peregrinación, históricamente conocida como Hijrah, marca el principio del calendario islámico, puesto que fue precisamente en Medina que los seguidores de Mahoma crearon una sociedad modelo basada en las enseñanzas espirituales del Corán.
En el año 630 Mahoma volvió a la Meca, donde perdonó a sus enemigos y purificó la Kaaba, eliminando la presencia de ídolos. Dos años más tarde murió, el 8 de junio del 632 A.C. (la paz sea con él)
Mahoma (la paz sea con él) está enterrado en la ciudad sagrada de Medina, donde se puede ver aquel domo verde erguido en su honor sobre su lugar de último descanso.